Qué poder infinito pueden guardar tus pupilas, el tono de tu voz y tu mirada...
que con intuirlas me desbaratan, has logrado penetrar la mas dura capa de concreto que haya yo podido erigir en mi pensar, en mi sentir, mi palpitar...
Por qué ahora?
Por qué como es?
Por qué no fué antes?
Por qué parece que me gustas incluso tanto más que ayer?
Y entonces me entra un desespero, un homigueo por todo el cuerpo, un desasociego…, y te veo y tal sensación se intensifica… y me muero por decirte lo que siento: queme gustas, que me encantas, que me fascina tus labios y tus manos, que me muero por probar mucho mas profunda, humeda y largamente tu boca…
ResponderEliminarEn mi corazón hay un enorme y quizá prohibido sentimiento por ti, al que no me atrevo a
ResponderEliminarponerle nombre, porque tengo miedo... pero está creciendo sin remedio…
Y llegó ese suave y dulce beso en la madrugada…: suavisimo, directo sobre mi boca…, te acercaste con tu mirada fijandome al sitio donde yo estaba, y no pude moverme porque me tenias como hipnotizada…, me encerraste entre la estufa y tu cuerpo, sutilmente tus palmas en mi trasero, una leve inclinación de tu cabeza… tus ojos nunca habían abandonado los mios… y mi boca sin remedio, fue a parar sobre tu boca, suavemente y por tan poquisimo tiempo… pero el suficiente como para inundar mi centro y estremecerme toda…
ResponderEliminarNadie nunca me había mirado de la forma en que tu me miras…
Nadie nunca me provocó tal intensidad de sentimientos, como los que tu me provocas…
Nadie nunca me fascinó ni me provocó como tu me provocas con solo verte…